El Trek choquequirao Machu Picchu de 6 días, los llevará desde las misteriosas ruinas de Choquequirao hasta la majestuosa ciudadela de Machu Picchu, ofreciendo una experiencia única que combina aventura, historia y naturaleza.
Este itinerario único ofrece:
Ideal para viajeros aventureros que buscan una experiencia auténtica y profunda en el legado inca, más allá de las rutas turísticas convencionales.
Nuestra aventura comienza con el amanecer en Cusco. A las 5:00 am, partimos hacia el noroeste, atravesando las legendarias Pampas de Anta, también conocidas como Yawar Pampa o «Pampa de Sangre», escenario de épicas batallas incas.
Nuestro viaje nos lleva a través de paisajes cambiantes. Descendemos hacia Limatambo, un acogedor pueblo a 2600m de altitud, donde exploramos brevemente Tarawasi, vestigio de la grandeza inca. Continuamos hasta el imponente Puente Cunyac, que cruza el río Apurímac, frontera natural entre Cusco y Apurímac.
Hacemos una parada en Curahuasi, famoso por su aromático licor de anís, antes de llegar a San Pedro de Cachora (2800m), nuestro punto de partida para la caminata.
Aquí, nos encontramos con nuestros arrieros y comenzamos el trekking. Cruzamos el arroyo Cachora y ascendemos por un refrescante bosque de eucaliptos y flora nativa. El sendero se nivela hasta llegar al mirador de Capuliyoq (2850m), tras unas 3 horas de caminata.
En Capuliyoq, disfrutamos de un merecido almuerzo con vistas espectaculares del río Apurímac y Choquequirao en la distancia. Luego, iniciamos un descenso de 3 horas por un sendero serpenteante, atravesando matorrales y el bosque nativo de Phaty.
Tras 6 horas de caminata, llegamos a nuestro primer campamento en Chiquisca (1930m). Aquí, rodeados por el cálido abrazo del valle, nos preparamos para descansar y recargar energías para los desafíos que nos esperan.
Tras un energético desayuno, iniciamos nuestra aventura descendiendo hacia Playa Rosalina, a 1550 metros sobre el nivel del mar. Este tramo nos lleva al punto más bajo de nuestro recorrido, junto al caudaloso río Apurímac.
Desde aquí, emprendemos un ascenso desafiante por un sendero en zigzag hasta Santa Rosa, ubicada a 2095 metros. Este tramo pone a prueba nuestra resistencia, pero nos recompensa con vistas cada vez más impresionantes del valle.
Tras una breve pausa para recuperar fuerzas, continuamos nuestra ascensión hacia Marampata, a 2850 metros. Este poblado nos ofrece un respiro bienvenido en terreno más llano y nos regala las primeras vistas panorámicas de Choquequirao situado a 3033 metros. El camino varía entre secciones planas y subidas y bajadas moderadas.
Finalmente, alcanzamos nuestro campamento, equipado con baños y duchas frías, donde pasaremos la noche a la sombra de las majestuosas ruinas incas.
Este día de intenso trekking nos recompensa con la emoción de estar a las puertas de Choquequirao, preparándonos para las maravillas que exploraremos al día siguiente.
Dedicamos este día a explorar en profundidad el impresionante complejo arqueológico de Choquequirao. Nuestro guía nos conduce por un recorrido fascinante, revelando las zonas más recientemente descubiertas de este vasto sitio inca.
Visitamos las ingeniosas terrazas agrícolas, testimonio de la avanzada agricultura inca. Luego, nos aventuramos hacia el sector más remoto para admirar las intrigantes esculturas de llamas, una característica única de Choquequirao.
A medida que recorremos el complejo, somos testigos del continuo trabajo arqueológico. Partes de Choquequirao aún permanecen ocultas bajo una densa vegetación selvática, esperando ser descubiertas.
Tras la visita guiada, disponemos de tiempo libre para explorar por nuestra cuenta, permitiéndonos absorber la magia y el misterio de este lugar ancestral a nuestro propio ritmo.
Al atardecer, iniciamos nuestro regreso, caminando aproximadamente dos horas hasta llegar a Marampata (2850m), donde establecemos nuestro campamento para la noche. Esta caminata nos ofrece vistas espectaculares del complejo y el valle circundante bajo la luz del ocaso.
Al amanecer, disfrutamos de un sustancioso desayuno para prepararnos para el día que nos espera. Iniciamos nuestro viaje de retorno con un pronunciado descenso hacia el río Apurímac.
El sendero serpentea por la ladera, ofreciéndonos vistas panorámicas del valle y las montañas circundantes. A medida que bajamos, el paisaje cambia gradualmente, pasando de la vegetación de altura a un entorno más tropical.
Llegamos al río Apurímac al mediodía, donde hacemos una pausa para almorzar. El sonido del agua corriente y la frescura del río nos brindan un momento de descanso y revitalización.
Tras el almuerzo, emprendemos el ascenso de la tarde. Aunque es una subida considerable, la encontramos menos exigente que la del segundo día, ya que nuestros cuerpos están más aclimatados y entrenados.
Durante aproximadamente cuatro horas, ascendemos por el sendero, ganando altura gradualmente. El paisaje vuelve a cambiar a nuestro alrededor, ofreciendo nuevas vistas y perspectivas del terreno que hemos recorrido.
Al atardecer, alcanzamos nuestro destino: el campamento de Coca Masana, situado a 2150 metros sobre el nivel del mar. Aquí, establecemos nuestro campamento para pasar la noche, rodeados por la serenidad de los Andes y con la satisfacción de otro día de aventura bien aprovechado.
Amanecemos en nuestro último día de caminata, listos para culminar nuestra aventura por el corazón de los Andes. Iniciamos temprano, siguiendo un sendero que nos ofrece vistas espectaculares del imponente cañón del Apurímac.
A medida que avanzamos, el paisaje se despliega ante nosotros, revelando la magnitud y belleza del cañón. El camino serpentea por sus laderas, permitiéndonos apreciar diferentes perspectivas de este majestuoso accidente geográfico.
Gradualmente, el sendero nos lleva de vuelta al punto donde iniciamos nuestra travesía días atrás. Llegamos a Cachora (2850m), cerrando así el círculo de nuestra caminata.
En Cachora, nos despedimos de nuestro equipo de apoyo y abordamos el bus que nos llevará a Ollantaytambo, un pintoresco pueblo inca en el corazón del Valle Sagrado.
Al caer la noche, nos dirigimos a la estación de tren de Ollantaytambo. Aquí, abordamos el tren que nos transportará durante 1h45 MIN hasta Aguas Calientes, el pueblo al pie de Machu Picchu.
Llegamos a Aguas Calientes, donde nos alojamos en un cómodo hotel. Esta noche nos permite descansar y prepararnos para el punto culminante de nuestro viaje: la visita a Machu Picchu al día siguiente.
El último día de nuestra aventura comienza con el alba. Nos levantamos temprano en Aguas Calientes (2050m) para tomar el bus que nos llevará a la joya de la corona inca: Machu Picchu.
Al llegar, se presenta la opción de ascender a la cima del Huayna Picchu (2700m). Esta empinada subida, aunque desafiante, recompensa el esfuerzo con vistas incomparables de Machu Picchu y sus alrededores. Desde aquí, en días claros, incluso es posible divisar el majestuoso nevado Apu Salkantay.
Nuestro guía nos conduce por un recorrido de dos horas a través de Machu Picchu, revelando los secretos y la sabiduría de la civilización inca. Exploramos cómo esta antigua cultura dominó la astronomía y la astrología, utilizando su conocimiento de los solsticios para perfeccionar sus técnicas agrícolas, fundamentales para la supervivencia en los Andes.
Por la tarde, regresamos a Aguas Calientes. Aquí, tenemos la oportunidad de relajarnos en las aguas termales locales, un bálsamo perfecto para nuestros músculos después de días de caminata.
Finalmente, abordamos el tren de regreso a Cusco, llevando con nosotros recuerdos inolvidables de nuestra travesía desde Choquequirao hasta Machu Picchu, una experiencia que combina aventura, historia y la majestuosidad de los Andes peruanos.